Cuando te envuelva el manto de la eternidad
dejarás espinas que te rasgaron los ojos.
Caerá el sueño de naipes que has creado luchando
sin conocer la fragilidad de sus raíces.
Vendrá la codicia disfrazada
de lágrima y dolor roto.
Cuando te hagas uno con la eternidad sólo unos pocos
acunaremos tu recuerdo en el silencio.
Y, entonces SÍ,
jugaremos en tu nombre la partida que empezaste
daremos vida a tus anhelos enterrados.

3 comentarios:

  1. Esto es sencillamente genial... Es tal como lo veo desde el punto de vista del ser vivo; además hay algo que no sé si opinas lo mismo: esa necesidad de la importancia, el globo que se va inflando con mucho trabajo, sí, con mucho y para qué…

    Y tú dejas una respuesta: unos pocos que quedan, los cercanos o los que vieron ese “algo” en el juego, seguirán la partida…

    Muchos besos y sigue... uf, es muy especial compartir contigo.

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  2. Sí,Miguel,sí,tanto trabajo y tanto sacrificio para qué.......Desnudos nacemos y nada nos hemos de llevar. Lo verdaderamente importante es ser capaces de dejar recuerdos grabados a fuego en el corazón de los demás.Ése es el juego:transcendencia,pero en lo personal,en los hechos grandes y pequeños de la vida cotidiana.Los frutos de los hombres pasarán,pero los frutos del corazón permanecen siempre,son nuestra mayor herencia.

    Un gran abrazo protector.

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  3. Así es, pienso que todo permanece, todo tiene sentido y que no debemos ceñirnos sólo a un estado.

    Otro abrazo protector para ti :)

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