Quién no escribió un poema huyendo de la soledad..... Siempre estarás en mi corazón, D.E.P.
Señor, me has mirado a los ojos
sonriendo has dicho mi nombre
en la arena he dejado mi barca
junto a ti buscare otro mar.....
Lo que nunca dije. Lo que, tal vez, te susurraré.
Mari Trini no ha muerto... Sigue entre sus letras que van de alma en alma.
ResponderEliminarNo va ser recuerdo, estará por encima de él...
...quién a sus quince años
no dejó su cuerpo abrazar
y quién cuando la vida se apaga
y las manos tiemblan ya...
(Juntos Ágape seguiremos cantándola, juntos...)
Su música es de esas pocas que puedo decir no sólo que me gustan, sino que me han hecho, literalmente, estremecer, llorar y no exagero. Sus letras parecen poemarios llenos de sentimientos hilados tan fino que me cuesta creer que hayan nacido de una sensibilidad perteneciente a este mundo. Llevaba unas semanas con ganas de incorporar alguna de sus canciones al blog y, tristemente, ha coincidido así. Maria Trinidad se ha ido...... nos queda Mari Trini: ¡ CANTEMOS !
ResponderEliminarRealmente no puedo decir que haya seguido su carrera, por edad me pilla un poco lejos, pero reconozco que tenía algo especial. Sus canciones traspasan el pecho y van directos al alma; hay una amargura latente en ellas, descarnada, tal vez eso es lo que la hizo grande; por hablar de los dolores del corazón con el corazón en la mano.
ResponderEliminarUn saludo, Ágape.
Por edad, tampoco a mí me tocaría contarla entre mis gustos musicales, pero es la música que puebla mi infancia y el despertar de la adolescencia, cuando los sentidos y los sentimientos se abren y todo se vive más intensa y profundamente.
ResponderEliminarPreciosas palabras, Raquel, un abrazo.