Cuando leo tu nombre
y me froto tu carta por el rostro dolorido
y húmedo de mar
se me quita el dolor y se me pone
una sonrisa en el labio viudo de ti
y me llena tu voz porque me llamas
y sé que tú me oyes porque llamo.
Una carta de amor sobre la herida
cura más que un quirófano.
Gloria Fuertes, Carta de verano desde el Sanatorio Marítimo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Qué preciosidad!! Sabes? una vez iba a verla aquí en Salamanca, venía a dar un recital, y con las ganas me volví a casa porque la pobre se puso malita. Pero mira que me gustan algunas eh?? jeje.
ResponderEliminarUn beso
Ágape... otra vez has desaparecido; pero... ¿Todo bien, sí?
ResponderEliminarQué extraño no verte con Benedetti; se nos ha ido, pero bueno, son letras que no terminarán nunca de crecer.
Te espero, eh. Aunque sea con un estoy bien...
Besitos
Ágape!! donde esás?? vuelve!!!dinos algo!!
ResponderEliminarBesos
Eso me pregunto yo: ¿dónde estás? Has hecho que salga de mi cubil desde donde no le dejo comentarios a practicamente nadie para que venga a llamarte, te parecerá bonito...
ResponderEliminarHermoso!!
ResponderEliminar