Quisiera escribirte unos poemas inmortales
uno de esos que cantaban los juglares y antes de ellos
rapsodas como Homero.
Quisiera convertirme en tu Penélope
y que vuelvas a buscarme
montado en Rocinante después
de luchar contra tu ego.

2 comentarios:

  1. No podrías haber escogido enemigo peor; ni molinos ni gigantes, ni Dulcinea u otro caballero andante: no hay lucha más difícil que aquella que llevamos a cabo contra nuestro ego.

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